
Navidad en el año 3.000
-Hoy debería ser navidad- dije mientras disparaba el último cartucho en la, que nadie creía que iba a llegar, cuarta guerra mundial, y como dijo una vez un científico muy famoso del que me contaba mi abuelo cuando yo era niño –no sé cómo se luchara la tercera guerra mundial, pero se la cuarta será con palos y piedras- que equivocado estaba, es la más sangrienta jamás vista, hay niños, mujeres, adultos, todo el mundo está luchando por los únicos dos países que quedaron luego de la tercera guerra, Rusia y Estados Unidos. Yo luchaba para Rusia, como todos los nacidos en Latinoamérica lo hacían, ya que desde que un tal Donald Trump entró al gobierno de los Estados Unidos se arruino todo, comenzó con una pared en la frontera de Estados Unidos y México -país que no existe más, igual que la mitad de Sudamérica, que fue destruida luego de una ojiva nuclear, que por culpa de la radiación hizo inhabitable la otra mitad- luego cerró el comercio con todos los demás países, cosa que hizo que entraran en crisis económica, ahí comenzó todo, ya que el país no podía sostenerse decidieron abrir el comercio, cosa que empeoro todo, porque todas las demás potencias querían derrocarlos, comenzó económicamente, después comenzó la que llamamos la guerra de la tecnología, en la que fueron ataques tras ataques de hackers, en cada una de las computadoras del mundo, nadie se salvó y cuando creíamos que todo había terminado, llego la famosa guerra de las maquinas, se desato una guerra en la que solo luchaban robots y misiles guiados, no hubo una sola baja humana, luego de un tiempo de paz llegamos a esto, la ONU desapareció, nadie tiene derechos, y lo más importante, es la tercera navidad que llevamos luchando por esa última gota de agua dulce, por ese último pedazo de pan. Yo se todas las mañanas que quizás no me despierte, ruego por eso, no resisto más tener que luchar sin una pierna y menos luchar al lado de máquinas…